El sabio baila su sabiduría

¡Qué lindo baila!

Hasta que el espejo escupe

su verdad callada:

eres una máscara, le dice,

unos bigotes falsos,

bastón de utilería.



Tras la máscara hay la nada

vértigo de tan vacío

negrura.

El sabio deja de bailar.

Luego de mil años

y otros mil,

es una piedra

es nervadura de hoja seca

es lo que queda.


El sabio ya no es sabio pero baila

¿Qué otra cosa puede hacer

si nada sabe?

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